Gregorio Ferro (1742-1812)


Gregorio Ferro (1742-1812)


El pintor Gregorio Ferro supo dejar de manifiesto, tanto en su obra pictórica como en sus composiciones para grabados, una estimable transcripción de la estética de Antonio Rafael Mengs. Los esquemas compositivos, los arquetipos alegóricos, los procedimientos y resoluciones cromáticas, el tipo de empaste y de veladuras que sigue, traducen con absoluta escrupulosidad el ideario del maestro, tratando de conservar ese mismo espíritu a través de la Real Academia de San Fernando con devoción y fidelidad en los diferentes cargos que ocupó en esa corporación. El prestigio académico de que gozó Ferro desde muy joven, y que habría de culminar ostentando el máximo cargo de la institución, le convierte en un caso extraño, frente a sus compañeros, en lo que se refiere a la carrera palaciega. Nuestro artista nunca fue nombrado Pintor de Cámara y ni siquiera llegó al escalafón del Rey.

A Coruña, 1999
36 páginas
Rústica. Tamaño: 29 cm.

3.01€

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El pintor Gregorio Ferro supo dejar de manifiesto, tanto en su obra pictórica como en sus composiciones para grabados, una estimable transcripción de la estética de Antonio Rafael Mengs. Los esquemas compositivos, los arquetipos alegóricos, los procedimientos y resoluciones cromáticas, el tipo de empaste y de veladuras que sigue, traducen con absoluta escrupulosidad el ideario del maestro, tratando de conservar ese mismo espíritu a través de la Real Academia de San Fernando con devoción y fidelidad en los diferentes cargos que ocupó en esa corporación. El prestigio académico de que gozó Ferro desde muy joven, y que habría de culminar ostentando el máximo cargo de la institución, le convierte en un caso extraño, frente a sus compañeros, en lo que se refiere a la carrera palaciega. Nuestro artista nunca fue nombrado Pintor de Cámara y ni siquiera llegó al escalafón del Rey.